La Ley Nº 13253 marca un hito significativo en la historia de la contabilidad en Perú, estableciendo normas estrictas para la práctica y la ética de los contadores. Esta ley modifica el artículo 35º del Código de Comercio, estableciendo que todos los comerciantes deben llevar sus libros de contabilidad con la intervención de contadores titulados públicos o mercantiles.
La obtención del título de Contador Público se confiere a través de universidades nacionales e internacionales, mientras que el título de Contador Mercantil puede ser otorgado por institutos oficiales y privados reconocidos. La ley también impone la colegiación obligatoria en zonas donde ejerzan diez o más contadores, garantizando la vigilancia sobre la ética profesional y promoviendo la mejora continua de la profesión. Además, establece disposiciones claras para la autorización de balances y otros servicios contables, asegurando que solo profesionales debidamente acreditados y colegiados puedan realizar estas actividades críticas.
Esta legislación no solo fortalece la integridad y la calidad de la contabilidad en Perú, sino que también asegura que los profesionales estén adecuadamente capacitados y regulados, contribuyendo así al desarrollo económico y financiero del país.